martes, 14 de octubre de 2008

YO ESTUVE AHÍ

El cañonazo debió estar muy fuerte, las piedras fueron apenas un juguete para el impacto en la pared que resguardaba el Imperio en Querétaro, ese 14 de Mayo de 1867, pues 62 días de sitio no habían sido cualquier cosa en tiempos juaristas. Ahí en el Convento de la Cruz, donde los franciscanos preparaban todos los días y sus noches; la oración para que los seguidores de Benito Juárez García se rindieran y dejaran caminar por buenos caminos del Señor la religión Católica, pero el mismo Maximiliano ya había dictado uno de sus decretos que autorizaba la libertad de cultos religiosos en su “imperio”, pero no sabía que muchos mexicanos se estaban uniendo para salvar a la patria y decir con orgullo: “Somos mexicanos bien nacidos”.
El sitio de Querétaro, fue la conquista más grande de los liberales para terminar con el enemigo invasor, pero para poder burlar la cerrada vigilancia fue necesario que un guardia de la misma Carlota, los llevara por los caminos más conocidos y hacer el boquete por donde pasarían las fuerzas juaristas y terminar de una vez por todas con Maximiliano y sus seguidores, nadamás por una cantidad módica de 12 mil pesos de aquellos, su nombre Miguel López, y para que amarrara mejor la acción, la historia dice que Miguel López era compadre de Maximiliano, quien los traicionó por la cantidad que ya le comenté, la garantía de su vida y su libertad.
Otro día, para ser exacto el 15 de Mayo, Juárez le escribió una carta a su yerno de apellido Santacilia diciéndole lo suiguente: “Viva México, Querétaro está en nuestro poder”.
Tal vez diga usted respetable lector, eso a mi no me va ni me viene y yo le diría sin titubeos que tiene sobrada razón. Pero resulta que en ese convento de la Cruz, de origen franciscano, existe en la azotea un sistema de almacenamiento de agua llovediza muy interesante y acaso lo que más llama la atención es; si usted levanta la vista con dirección a las cornisas o terminación de los modestos edificios coloniales, encontrará relojes de sol, que tienen la misma marca y estilo al reloj de sol que tenemos en Villa Bustamante, ese que observamos sin mucho cuidado en el edificio del fundador don Antonio Santiago y Castillo, que ahora es de los familiares del Ing. Carmen López Aguilar y que actualmente están regresando las construcciones a su época al rescatarlas y para terminar le diré que: La Parroquia de San Miguel Arcángel y la población en general tendremos instalado el próximo 29 de septirçembre el segundo reloj público, pero con técnicas más avanzadas, gracias a la administración municipal del C. Profr. José Antero Medina Cruz, actual Presidente Municipal y su honorable cabildo.
Los albañiles responsables de la obra fueron: Ricardo Reyna Reyna, albañil principal, Crisóforo Vargas Contreras, ayudantes: Martín Becerra López, Odiel López Vargas y Guadalupe Alvarado Hernández. Todos del Ej. Felipe Ángeles y solamente el último de Bustamante.
Los trabajos se iniciaron el20 de julio del 2008, ante la presencia del Prof. Felipe Reyes Zúñiga, Secretario del R. Ayuntamiento y representante Personal del C. José Antero Medina Cruz y el Padre Pedro Castillo, acompañados por el regidor Pedro Hernández Reyna sin faltar el asesor C. Román Reyna Walle. La inauguración está programada para el 29 de septiembre de 10 y media de la mañana en adelante.
Res. Non verba.