miércoles, 28 de mayo de 2008

LA PRESENCIA DEL PROFR. Y GRAL. ALBERTO CARRERA TORRES

LA PRESENCIA DEL PROFR. Y GRAL. ALBERTO CARRERA TORRES
EN EL MARCO DE LA CONMEMORACIÓN
DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO
Y EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
Amigas y amigos, estimados jóvenes, apreciables estudiantes, público en general, el día de hoy, en el marco de los festejos de carácter nacional, encaminados a la conmemoración de dos hechos importante de la vida de los mexicanos en busca de nuestra libertad.
EL Presidente de la República Lic. Felipe Calderón Hinojosa y nuestro gobernador Ing. Eugenio Hernández Flores, han reunido esfuerzos y voluntades para celebrar y recordar a los hombres de la independencia y la revolución mexicana. En este marco histórico, nuestro amigo Eugenio Hernández Flores, ha girado indicaciones precisas, para que en forma unida, cordial y relevante hagamos acciones para honrar a nuestros héroes regionales, estatales y nacionales, esto es solo el primer evento regional, de muchos que vendrán a fortalecer en varios aspectos a todos los tamaulipecos.
Recordemos que en 1810, Don Miguel Hidalgo y Costilla, conmovió con sus ideales a Mateo Acuña en esta ciudad y a muchos más, para darnos libertad. De la misma manera, los revolucionarios de 1910, apostaron todo su capital ideológico, moral, estabilidad, y sacrificaron su gran esperanza en la lucha sin cuartel en contra de Porfirio Díaz, quien tenía el poder desde las comunidades más apartadas.
Basta poner los ojos en los grandes palacios o fortalezas construidas en todo lo largo y ancho de México, donde sufrían los peones a causa de la explotación de los hacendados, quienes compraban conciencias y autoridades para su servicio personal.
Fue así, como las nuevas generaciones nacidas en la dictadura, los rancheros, estudiosos de la época y los buenos mexicanos, empezaron a luchar contra la “Ley mordaza”, para expresar sus propias ideas, estos revolucionarios, dieron su esfuerzo, valentía y su propia vida para que nosotros tuviéramos un futuro mejor.
Por ello, durante el primer tercio de la dictadura, en un lugar donde brotaban las aguas cristalinas de un manantial interminable, en el “Rancho Atarjeas”, propiedad de la hacienda de Calabacillas, municipio de Bustamante, Tamaulipas; nace el 23 de abril de 1887, el niño Albero Carrera Torres, quien hereda la fortaleza de un gigante, se desarrolla normalmente, dialoga con los rancheros, peones, se prepara para educar a los niños, e instruye a los adultos y a su pueblo.
Esto le costó la libertad, por el simple hecho de defender a los pobres y lo trasladaron amarrado por el camino real de Miquihuana a Bustamante hasta llegar a esta ciudad de Tula. Para entonces la Revolución ya estaba en la puerta del concierto nacional. Al recuperar su libertad, abrazó las ideas de concluir por la vía de las armas, el poder porfiriano y se levanta la llama de libertad en los últimos meses de 1910, organiza el “Ejército Libertador de Tamaulipas”. Siguiendo los pasos del líder nacional Francisco I. Madero. Entre sus primeros soldados se encuentran: Leonides Pérez, Donato Tejada Eguía, Othón Castillo Álvarez, Wlfrano Torres, Bernabé Rodríguez, Pedro Ruiz Molina, Julián Medrano, Apolonio Vázquez, Pedro Morales, Pedro Muñiz, sus hermanos Francisco, Margarito y Eduardo Carrera Torres entre otros.
Es así como en un día como hoy, 21 de mayo de 1911, tomó esta ciudad de Tula e instaló el primer Ayuntamiento maderista en el estado encabezado por el señor Filiberto Sustaita, hoy se cumplen 97 años. Los bustamantenses gozaron de su aprecio porque muchos soldados eran originarios del mismo, pues en las filas de su ejército la mayoría de los hombres eran gente nativa del pueblo. Una vez tomada esta ciudad e instaladas las nuevas autoridades, giró correspondencia a Timoteo Alemán, presidente Municipal de Bustamante, para que entregara la plaza sin resistencia y la respuesta fue favorable.
En el primer tramo de la Revolución Mexicana, el profesor y general Alberto Carrera Torres, cumplió cabalmente su cometido y al darse cuenta de la traición de Victoriano Huerta, se lanza nuevamente en contra del nuevo poder y forma la “División Gustavo A. Madero”, con la que combate en todo momento a los enemigos. Para darle vigencia a su movimiento a favor de los pobres, dicta la primera Ley Agraria en el país, el 4 de marzo de 1913. Su carrera militar fue ascendente, pero chocó con el constitucionalismo y se acogió a la amnistía, entregándose en los primeros días de 1916, de ahí inició su peregrinar por varias cárceles y terminó en la de ciudad Victoria, donde lo esperaba su enemigo de toda la vida, el general Luís Caballero Vargas, quien le formó un consejo de guerra, fue juzgado en forma rápida y fusilado el 16 de febrero de 1917, en el panteón municipal a las cuatro de la tarde.
Al morir, nuestro héroe, pensaron sus enemigos que terminarían con su ideal progresista, pero en realidad lo inmortalizaron, porque hasta nuestros días es el revolucionario tamaulipeco que está vigente y los investigadores como Carlos Mora y Ángel Solorio, están redescubriendo su obra social y revolucionaria. Por lo tanto Alberto Carrera Torres no ha muerto, vive en la memoria de los tamaulipecos y los mexicanos que aprecian su intervención Revolucionaria.
Muchas gracias.
J. León Rodríguez Zúñiga
Cronista municipal de Bustamante, Tamaulipas.
Cd. Tula, Tamaulipas a 21 de mayo del 2008.

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