De veras, que triste noticia recibí sin saberlo, la muerte de un amigo que se ganó a pulso mi amistad, te decían “el güero”. Con razón no me contestaste el último mensaje que te envié a tu correo que en este mundo de la comunicación, conocemos como Internet.
Esto no es un imposible para platicar con tigo, haciendo un esfuerzo; sin esfuerzo aunque la palabra suene repetitiva o fuera de las reglas de la real Academia Española, eso no tiene importancia, cuando se tratan los lazos de amistad sincera que se cultivó en esta tierra, paraíso de los humanos y trapecio para lanzarse con fuerza hacia el espacio celeste prometido y gloria que siempre ofrece DIOS, a los mortales que saben cultivar la amistad, como tu lo solías hacer.
Tu sonrisa siempre fresca, demostraba que te nacía atender a los demás con tranquilidad y te daba la oportunidad de exponer tus ideas congruentes con la realidad. Recuerdo constantemente, cuando me increpaste con la alergia manifiesta en los labios; mirada viva y claridad en tu pensamiento al reclamarme, el porqué no comentaba nada de tu cronista municipal y que de tus adentros expresaste que lo apreciabas mucho. ¡Sí!, tu maestro Alfonso Treviño Villasana, mi amigo y colega y a lo cual te contesté: Que era un buen maestro y cronista, quien por sus diversas ocupaciones no asistía a las reuniones de los mismos.
Amigo Roberto Cervantes Cervantes, del otro tema que te prometí, muy pronto lo daré a conocer, así como quedamos, tu me entiendes donde quiera que estés, pues te cumpliré tu deseo, es una promesa seria y que no escapará de mis manos.
Aunque también recuerdo la ocasión que lo tomé a juego, al decirme que una noche anterior estuviste a punto de marchar a dónde estás ahorita, cerca de DIOS, te repito, lo tomé a broma, pero solo tú sabias que estabas pronto a viajar por la ruta que a todos nos espera y esto me lleva a recordar la anécdota de una iglesia católica, una evangélica, un mezquite, una puerta cerrada y el campo santo.
1.- La primera estaba acostumbrada que todos los muertos pasaban por su interior, pero cuando fueron cambiando las cosas de libertad algunos decían: No llegaremos ahí, al fin que todo es igual ante Dios.
2.- La segunda, daba la bienvenida a todos los arrepentidos de los pecados cometidos y les ofrecía el reino de Dios.
3.- El mezquite, que sufría grandes sequías nadie lo visitaba cuando estaba en apuros de agua para sobrevivir, pero en sus adentros decía cundo empezaba a tirar el charol, muchos me visitarán y a otros los veré pasar, tomando el camino de Dios.
4.- Mientras que la puerta serrada a piedra y lodo se contentaba por ser el paso de la vida y sin inmutarse sonreía a través del tiempo, pues estaba segura que un día impredecible, le abrirían porque por ahí pasaría la voluntad e indicación de Dios.
5.- Sin embargo el camposanto, no daba consejos, no criticaba, no prometía, no tenía palabra alguna de negación, disgusto o de otro tipo, pues sabía que a él llegarían todos los géneros humanos, con flores, sin ellas, con lujos, sin ellos y a todos los recibía con madurez, pues le habían encomendó: trato igual para todos, democrático, justicia y descanso eterno,; indicación claro de un ser superior. ¡Llamado DIOS!.
Con éstas reflexiones, nos despedimos amigo ROBERTO CERVANTES CERVANTES, pues estoy seguro que tu alma, sonrisa, amistad, amor, esperanza, voluntad y deseos de resignación para los tuyos,...Están frente a nuestro DIOS.
A TUS PADRES, FAMILIARES Y AMIGOS, A PESAR DE NO CONOCERLOS, LES DESEO DE TODO CORAZÓN, UNA PRONTA RECUPERACIÓN.
A Don José Luis Contreras de La Fuente, Doña Josefina Pacheco Rodríguez y todos los que laboran en los semanarios de “La Voz de Tula, Tamaulipas y el Debate”, me uno a tan grande dolor. Tal vez me excedí en mis reflexiones, pero eso es nada, cuando ha marchado un amigo que se ganó nuestro aprecio.
Res non verba.
P.D. Estimado Lic. Gustavo Díaz Bernal, la presente me sirve para saludarte y espero que te encueres bien y como tu reclamo es: ¡En vida hermano!. Por ello te digo: Cuídate mucho amigo, porque no quiero platicar contigo, cuando sienta que ya no me puedas ver. Jorge Luis Borges, a sus varios años caminaba y buscaba amigos, con la mirada de la inteligencia erguida, pues sabia que en esta vida a pesar de sus retos, todavía podía correr.
No desmayes ni un momento, no te preocupes por los amigos que tengas idos, pues los que te apreciamos, desde lejos siempre te deseamos, los mejores parabienes y recuerda que tienes en tus manos a un hermosa joven, adolescente o niña, adosada a la mujer más grande después de tu madre y a tu propio corazón, que seguramente con las pupilas o niñas de tus ojos, todos los días las alcanzas a ver muy felices, eso es lo que percibo, si estoy equivocado, disculpa, pero, tú eres grande, fuerte, noble, inteligente; pues sabes el significado de la palabra amistad, misma que nos une por muchos años. Sé fuerte siempre y feliz, es mi deseo, no lo cambio aunque vuelva a nacer.
Saludos.
Esto no es un imposible para platicar con tigo, haciendo un esfuerzo; sin esfuerzo aunque la palabra suene repetitiva o fuera de las reglas de la real Academia Española, eso no tiene importancia, cuando se tratan los lazos de amistad sincera que se cultivó en esta tierra, paraíso de los humanos y trapecio para lanzarse con fuerza hacia el espacio celeste prometido y gloria que siempre ofrece DIOS, a los mortales que saben cultivar la amistad, como tu lo solías hacer.
Tu sonrisa siempre fresca, demostraba que te nacía atender a los demás con tranquilidad y te daba la oportunidad de exponer tus ideas congruentes con la realidad. Recuerdo constantemente, cuando me increpaste con la alergia manifiesta en los labios; mirada viva y claridad en tu pensamiento al reclamarme, el porqué no comentaba nada de tu cronista municipal y que de tus adentros expresaste que lo apreciabas mucho. ¡Sí!, tu maestro Alfonso Treviño Villasana, mi amigo y colega y a lo cual te contesté: Que era un buen maestro y cronista, quien por sus diversas ocupaciones no asistía a las reuniones de los mismos.
Amigo Roberto Cervantes Cervantes, del otro tema que te prometí, muy pronto lo daré a conocer, así como quedamos, tu me entiendes donde quiera que estés, pues te cumpliré tu deseo, es una promesa seria y que no escapará de mis manos.
Aunque también recuerdo la ocasión que lo tomé a juego, al decirme que una noche anterior estuviste a punto de marchar a dónde estás ahorita, cerca de DIOS, te repito, lo tomé a broma, pero solo tú sabias que estabas pronto a viajar por la ruta que a todos nos espera y esto me lleva a recordar la anécdota de una iglesia católica, una evangélica, un mezquite, una puerta cerrada y el campo santo.
1.- La primera estaba acostumbrada que todos los muertos pasaban por su interior, pero cuando fueron cambiando las cosas de libertad algunos decían: No llegaremos ahí, al fin que todo es igual ante Dios.
2.- La segunda, daba la bienvenida a todos los arrepentidos de los pecados cometidos y les ofrecía el reino de Dios.
3.- El mezquite, que sufría grandes sequías nadie lo visitaba cuando estaba en apuros de agua para sobrevivir, pero en sus adentros decía cundo empezaba a tirar el charol, muchos me visitarán y a otros los veré pasar, tomando el camino de Dios.
4.- Mientras que la puerta serrada a piedra y lodo se contentaba por ser el paso de la vida y sin inmutarse sonreía a través del tiempo, pues estaba segura que un día impredecible, le abrirían porque por ahí pasaría la voluntad e indicación de Dios.
5.- Sin embargo el camposanto, no daba consejos, no criticaba, no prometía, no tenía palabra alguna de negación, disgusto o de otro tipo, pues sabía que a él llegarían todos los géneros humanos, con flores, sin ellas, con lujos, sin ellos y a todos los recibía con madurez, pues le habían encomendó: trato igual para todos, democrático, justicia y descanso eterno,; indicación claro de un ser superior. ¡Llamado DIOS!.
Con éstas reflexiones, nos despedimos amigo ROBERTO CERVANTES CERVANTES, pues estoy seguro que tu alma, sonrisa, amistad, amor, esperanza, voluntad y deseos de resignación para los tuyos,...Están frente a nuestro DIOS.
A TUS PADRES, FAMILIARES Y AMIGOS, A PESAR DE NO CONOCERLOS, LES DESEO DE TODO CORAZÓN, UNA PRONTA RECUPERACIÓN.
A Don José Luis Contreras de La Fuente, Doña Josefina Pacheco Rodríguez y todos los que laboran en los semanarios de “La Voz de Tula, Tamaulipas y el Debate”, me uno a tan grande dolor. Tal vez me excedí en mis reflexiones, pero eso es nada, cuando ha marchado un amigo que se ganó nuestro aprecio.
Res non verba.
P.D. Estimado Lic. Gustavo Díaz Bernal, la presente me sirve para saludarte y espero que te encueres bien y como tu reclamo es: ¡En vida hermano!. Por ello te digo: Cuídate mucho amigo, porque no quiero platicar contigo, cuando sienta que ya no me puedas ver. Jorge Luis Borges, a sus varios años caminaba y buscaba amigos, con la mirada de la inteligencia erguida, pues sabia que en esta vida a pesar de sus retos, todavía podía correr.
No desmayes ni un momento, no te preocupes por los amigos que tengas idos, pues los que te apreciamos, desde lejos siempre te deseamos, los mejores parabienes y recuerda que tienes en tus manos a un hermosa joven, adolescente o niña, adosada a la mujer más grande después de tu madre y a tu propio corazón, que seguramente con las pupilas o niñas de tus ojos, todos los días las alcanzas a ver muy felices, eso es lo que percibo, si estoy equivocado, disculpa, pero, tú eres grande, fuerte, noble, inteligente; pues sabes el significado de la palabra amistad, misma que nos une por muchos años. Sé fuerte siempre y feliz, es mi deseo, no lo cambio aunque vuelva a nacer.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario