Desde hacen muchos años, uno de los lugares más concurridos por los habitantes de Villa Mineral de Bustamante, Tamaulipas y los visitantes, fue sin duda el “OJO DE AGUA DEL PUEBLO”. Los maestros de educación primaria y hasta la secundaria “Año de Juárez”, solían organizar viajes de estudios o de paseo a éste lugar, los planes de trabajo así lo marcaban, realizar un salida fuera del aula para conocer y recolectar plantas o tipos de hojas de las mismas.
Cuando el o los maestros nos daban la noticia nos caía de maravilla, pues teníamos que pedir permiso a nuestros padres o tutores, llevarlo por escrito y los más aventados hacían los permisos y los firmaban y otros con el o sin el se iban al paseo. Salíamos en grupo, unos a pie, otros en burro, caballo y no faltaba quien llevara una mula o macho, todo era una completa alegría, cuando llegaron las camionetas en ocasiones nos encaminaban hasta el pantanito y de regreso era más fácil, pero los compañeros que conocían el terreno se adelantaban y nos esperaban en el lugar y se llegó a ver que hasta el columpio tenían puesto para las compañeras, (hermosos tiempos aquellos),...
Para llegar al “Ojo de agua del pueblo”, tienes que pasar por el Pantanito y seguir la vereda de herradura que te lleva hasta el cañón dónde existen unos árboles muy grandes y una población de plantas altas, este lugar puede ser un lugar turístico, nadamás que tiene que estar organizado y vigilado por la Presidencia Municipal o por particulares que le tengan fe a la industria sin chimeneas más jugosa del mundo (el turismo ), tomando en cuenta que la temperatura de esos lugares siempre son muy agradables. En un tiempo no muy lejano, se pensó en realizar una carretera hasta el ojo de agua, pero se ha quedado en proyecto verbal y creo que la naturaleza ha salido ganando, porque no se rompe el equilibrio ecológico, sin embargo los tiempos piden mayores avances para el municipio, ojalá y algún día tengamos personas que se organicen y puedan localizar los puntos estratégicos del turismo y sobre todo darle la difusión necesaria.
Me comentaba el amigo J. Trinidad Hernández Walle, que llevó a sus hijos y nietos al “ojo de agua” y que les gustó mucho, esto fue en “semana santa”, agregó además: “Ahí está bueno para que hagan un lugar de recreo, sigue estando bonito y se ve que lo visitan calladamente, pues cuándo nosotros íbamos ya venía Alejandro Rodríguez Castillo con sus hijos y nietos también.”
En otros lugares de menos importancia aparentemente, se organizaron los campesinos y arreglaron balnearios, cabañas, áreas para acampar, claro con el apoyo de turismo estatal y ahora son puntos que atraen al turismo regional o nacional, es el caso de los hidalguenses en el valle del mezquital, donde hasta los cerros pelones con buenos miradores tienen visitas. En Mineral de Villa de Bustamante, las oficinas del turismo estatal, no le ha puesto los ojos por diversas razones, entre ellas la poca importancia de los habitantes, el mismo gobierno municipal y el olvido en la vida diaria, pero hay tiempos que lo consideran importantísimo y usted ya sabe cuando.
Regresemos al tema, pues bien la “Mesa de Guadalupe, el Cerro de la Cruz, el Pozo del Cerro del Diablo, las Minas de la Mina, el ojo de Agua del Rincón Santo, El Ej. Aguacate, las Peñas de San Miguel, la Exacienda de la Joya de Palos Blancos ( hoy Ej. Bustamante) y otras, se pueden acondicionar como puntos turísticos”. Bustamante necesita salir del retrazo turístico, histórico y social en que se encuentra, esperemos que en los próximos años se dé el paso al nuevo milenio que estamos viviendo.
Ojalá y todos los vacacioncitas de origen bustamantense y foráneos que visitaron el municipio, retornen con una buena impresión del lugar y decidan regresar en poco tiempo. “ Vuelvan y disfruten las bellezas naturales de Mineral de Bustamante, Tamaulipas”.
Cuando el o los maestros nos daban la noticia nos caía de maravilla, pues teníamos que pedir permiso a nuestros padres o tutores, llevarlo por escrito y los más aventados hacían los permisos y los firmaban y otros con el o sin el se iban al paseo. Salíamos en grupo, unos a pie, otros en burro, caballo y no faltaba quien llevara una mula o macho, todo era una completa alegría, cuando llegaron las camionetas en ocasiones nos encaminaban hasta el pantanito y de regreso era más fácil, pero los compañeros que conocían el terreno se adelantaban y nos esperaban en el lugar y se llegó a ver que hasta el columpio tenían puesto para las compañeras, (hermosos tiempos aquellos),...
Para llegar al “Ojo de agua del pueblo”, tienes que pasar por el Pantanito y seguir la vereda de herradura que te lleva hasta el cañón dónde existen unos árboles muy grandes y una población de plantas altas, este lugar puede ser un lugar turístico, nadamás que tiene que estar organizado y vigilado por la Presidencia Municipal o por particulares que le tengan fe a la industria sin chimeneas más jugosa del mundo (el turismo ), tomando en cuenta que la temperatura de esos lugares siempre son muy agradables. En un tiempo no muy lejano, se pensó en realizar una carretera hasta el ojo de agua, pero se ha quedado en proyecto verbal y creo que la naturaleza ha salido ganando, porque no se rompe el equilibrio ecológico, sin embargo los tiempos piden mayores avances para el municipio, ojalá y algún día tengamos personas que se organicen y puedan localizar los puntos estratégicos del turismo y sobre todo darle la difusión necesaria.
Me comentaba el amigo J. Trinidad Hernández Walle, que llevó a sus hijos y nietos al “ojo de agua” y que les gustó mucho, esto fue en “semana santa”, agregó además: “Ahí está bueno para que hagan un lugar de recreo, sigue estando bonito y se ve que lo visitan calladamente, pues cuándo nosotros íbamos ya venía Alejandro Rodríguez Castillo con sus hijos y nietos también.”
En otros lugares de menos importancia aparentemente, se organizaron los campesinos y arreglaron balnearios, cabañas, áreas para acampar, claro con el apoyo de turismo estatal y ahora son puntos que atraen al turismo regional o nacional, es el caso de los hidalguenses en el valle del mezquital, donde hasta los cerros pelones con buenos miradores tienen visitas. En Mineral de Villa de Bustamante, las oficinas del turismo estatal, no le ha puesto los ojos por diversas razones, entre ellas la poca importancia de los habitantes, el mismo gobierno municipal y el olvido en la vida diaria, pero hay tiempos que lo consideran importantísimo y usted ya sabe cuando.
Regresemos al tema, pues bien la “Mesa de Guadalupe, el Cerro de la Cruz, el Pozo del Cerro del Diablo, las Minas de la Mina, el ojo de Agua del Rincón Santo, El Ej. Aguacate, las Peñas de San Miguel, la Exacienda de la Joya de Palos Blancos ( hoy Ej. Bustamante) y otras, se pueden acondicionar como puntos turísticos”. Bustamante necesita salir del retrazo turístico, histórico y social en que se encuentra, esperemos que en los próximos años se dé el paso al nuevo milenio que estamos viviendo.
Ojalá y todos los vacacioncitas de origen bustamantense y foráneos que visitaron el municipio, retornen con una buena impresión del lugar y decidan regresar en poco tiempo. “ Vuelvan y disfruten las bellezas naturales de Mineral de Bustamante, Tamaulipas”.
Res non breva.
P.D. Felicito desde este espacio al Lic. Martín González Tejada, por su ratificación en el cargo, pues informes capitalinos aseguran que es uno de los tamaulipecos que han realizado muy bien su trabajo. En hora buena.
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