sábado, 8 de agosto de 2009

Personajes de la Revolución Mexicana en mi Estado



J. León Rodríguez Zúñiga
Cronista Municipal
De mineral de Bustamante, Tamaulipas, México

Introducción.

En Mineral de Bustamante, Tamaulipas, durante los primeros años del siglo XX, los acontecimientos de inconformidad con los hacendados ya empezaban a sentirse. Los rancheros y peones, cansados de trabajar, de saberse robados de mil maneras, tales como: Incautarles sus bienes, en la tienda de raya tenían cuentas interminables de pagar o la permanencia continua en las haciendas, pues no podían cambiarse tan fácilmente de sus amos y encontrar su libertad al llegar a la villa, sin que no fueran acusados de robo, adeudo o faltas a la moral y al buen gobierno del lugar de donde venían.

La villa de Mineral de Bustamante, se ubica entre dos grandes arroyos, que en forma natural le sirven de murallas, y más allá de los socavones hacia el Norte los grandes cerros del "Rincón Santo", "La Laguna", "La Mesa de Guadalupe", y "El Picacho de Roque". Mientras que por el Sur, "El Cerro de las Brujas", "El Diablo" y un pequeño valle, que ofrece la salida libre hasta la ciudad de Tula, Tamaulipas. Por otra parte, hacia el Oriente, el cerro de "San Isidro", "El Bule" y "Las Mesitas", forman otra barrera infranqueable y por el Poniente, el "Cerro de San Miguel", el "Arroyo Grande del pueblo" y el viejo "Paraje del Real de Los Infantes", imposibilitaban los escenarios de escape o de llegada a la villa.

Mientras en ciudad Tula, se lucía el poder y la riqueza y otras desigualdades, en Bustamante y Miquihuana se empezaba a organizar la Revolución de 1910. Como resultado del gran descontento con el poder porfiriano y que más tarde cabalgaría por todo el territorio nacional, encabezado por don Francisco Yndalecio Madero, hombre que se levantó en armas con el Plan de San Luis Potosí, el 20 de noviembre de 1910. En Tamaulipas, secundó el plan Alberto Carrera Torres, lanzándose a la Revolución desde las serranías de Bustamante, Miquihuana y parte de Nuevo León, tomando la ciudad de Tula el 21 de mayo de 1911, al mando del "Ejército Libertador de Tamaulipas", e instala el primer ayuntamiento maderista encabezado por Filiberto Sustaita, el 21 de Mayo de 1911.

Al instalarse Madero en la Presidencia de la República, Carrera Torres, regresa a la docencia y al saber del asesinato del apóstol de la "democracia", vuelve a levantar las armas en contra de Victoriano Huerta y participa decisivamente. Ejecuta la primera "Ley del reparto agrario en el país", el 4 de marzo de 1913. Pero al entrar en desacuerdo con los nuevos jefes revolucionarios, después de varios acontecimientos personales es fusilado arbitrariamente en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 16 de febrero de 1917.

Por esta razón, el presente trabajo tiene por objetivo explicar la fidelidad de los hombres y mujeres que lo apoyaron en su lucha social al servicio de los mexicanos.

Antecedente Histórico

En el año de 1972, a media cuadra de la calle Allende hacia el Oriente, vivía don Francisco Reyna Rodríguez, nacido el 19 de febrero de 1906 en la villa de Bustamante, Tamaulipas, hijo del señor Valentín Reyna Ruíz y la señora Natalia Rodríguez Becerra. Por cierto muy cerca de mi casa, don Francisco contrajo matrimonio con Ma. del Refugio Escobar Campa, originaria de la villa de Palmillas, Tamaulipas. Palmillas es municipio vecino del nuestro; con doña Refugio, formó una numerosa familia integrada por: Ma. Luisa, Felipe, Sofía, Gregoria, Gloria, Julián, Cipriano y Paula.

El día 2 de marzo de 1997, cuando contaba con 91 años, un servidor lo entrevistó; pues de buena fuente sabía que él tenía la versión oral del motivo principal por el cual varias personas de Bustamante siguieron al profesor Carrera Torres en la "Revolución Mexicana". Esta información la había obtenido de un revolucionario que se agregó desde los primeros días con las fuerzas carreritas, su nombre: Othón Castillo Álvarez. Iniciamos la entrevista de la siguiente manera y el tema indiscutiblemente que fue: La Revolución Mexicana de 1910.

Don Francisco. ¿Qué sabe usted de la "Revolución"?. - "Me decía don Othón Castillo Álvarez, que cuando don Alberto Carrera Torres era maestro en Miquihuana, se daba cuenta de las injusticias que hacía el hacendado y el mayordomo. Muy de mañana levantaban a la gente de todas las haciendas de la región, de preferencia al salir el lucero y trabajaban hasta muy obscura la noche, mal comidos por 50 centavos y con ese pago no podían comprarle ropa a su familia".

Los peones le decían al maestro Carrera Torres, con voz cansada, "mire maestro, nosotros estamos muy pobres, no tenemos donde dormir, dormimos en un petate y con unas cobijas viejas". Sembramos la parcela con los hacendados sabidos que es por mitad, y a medias obligándonos a barbecharla, cultivarla, desquelitarla y a medias. Pero cuando se viene el tiempo de pizca, el mayordomo nadamás nos da 3 costales y lo demás se va para las "trojas" por órdenes mayores.

Entonces me decía otra ves don Othón: "Les dijo el profesor Carrera Torres al escuchar sus lamentos, "júntense todos los peones y reclámenle al mayordomo y al hacendado para que les dé lo de ustedes, pero háganlo". Se dio cuenta el hacendado y mandó al "zarcillo" (chismoso) para que también le pidiera consejo al profesor porque estaba muy pobre y luego le dijo cuanto le debo maestro por el consejo, le contestó el profesor Carrera: yo no te cobro por el consejo, yo tengo mi sueldo. Bueno, por su consejo le voy a regalar el caballo que yo ensillo,... yo no te estoy cobrando nada, es sólo un consejo. El zarcillo se fue y le informó todo al hacendado y como el profesor no quiso el caballo, el mayordomo fue y avisó al presidente municipal de Miquihuana de los consejos que les daba el profesor a los peones. Respondiendo el presidente: "ese caso está arreglado" y le ordenó al comandante de la guardia que le echaran el caballo en el solar donde vivía el maestro para poder acusarlo de robo y así fue. Otro día muy temprano ya estaban ahí los rurales esperando que se levantara para darlo preso por robo y lo llevaron de inmediato a la cárcel de Miquihuana, ahí lo tuvieron por más de dos días, sin comunicación, sin cobijas, sin alimento; hasta que lo mandaron a ciudad Tula, custodiado por los rurales, caminando, amarrado de manos hacia atrás y por corrillera en el año de 1909. El reo pasaría por la sierra de "Santa Ifigenia", "Santa Lucía", "La Mesa de Guadalupe" y "Cerro de la Cruz", con destino a Mineral de Bustamante – Tula. El presidente de Bustamante en ese entonces, Gregorio Navarro, al darse cuenta que lo trasladarían caminando y amarrado de la cintura con la manos hacia atrás y otras vejaciones. Giró indicaciones a su policía para que fueran a encontrarlo hasta los límites del municipio de Bustamante con Miquihuana y poniendo a sus órdenes un caballo ensillado y como responsables de los rurales a Catarino Rodríguez y Juan Martínez, Cuando llegaron a los límites Catarino les dijo con voz fuerte: ¿A cuántos mató? Para que lo traigan así, los rurales del vecino municipio, no dijeron nada, lo entregaron y ahora todo dependía del presidente municipal de Bustamante don Gregorio Navarro.

Una vez que llegaron a la Villa de Mineral de Bustamante, el presidente le brindó buenas garantías y otras facilidades, pues lo retardaron un día más para que platicara con sus amigos de confianza sobre el trato que le dieron y el motivo por el cual lo habían detenido, las autoridades del municipio vecino. Después del tiempo acordado lo remitieron a ciudad Tula, Tamaulipas.

Y, así estuvo la plática que me dijo don Othón Castillo Álvarez, quien se fue a la revolución con el profesor Carrera Torres y dos de sus hijos, también lo acompañaron: Malaquías y Othón Castillo Badillo, y yo la digo para que conozcan la verdad de la vida del profesor Carrera Torres. ¿Cómo la ve usted?,… esa es la verdad y no hay otra, porque yo conocí a Catarino Rodríguez, Juan Martínez y claro a don Othón Castillo Álvarez, personas que estuvieron muy cerca del general.

Después de haber escuchado con mucha atención, la charla con don Francisco Reyna Rodríguez, dimos por terminada la conversación, con la satisfacción de haber logrado un testimonio importante para las nuevas generaciones, ahí en las calles Allende y Zaragoza, de la Villa de Mineral de Bustamante, Tamaulipas aquel 2 de marzo de l997.

Jesús Rodríguez Martínez y Familia


Donato Tejada Eguía

1865 - 1917.
Las personas que apoyaron a Carrera Torres en su lucha en contra de los hacendados que ostentaban el poder en los municipios de Miquihuana, Jaumave, Palmillas, Bustamante, Tula, la región de los estados de San Luis, Potosí , Nuevo, León y en si el sistema de gobierno, en México. Nacieron en su mayoría a partir de los primeros años del porfiriato y algunos rebasaban los cuarenta años de edad, es el caso del mayor Donato Tejada Eguía, quien había nacido en 1865. Donato, era originario de Mineral de Bustamante, Tamaulipas y sus padres fueron: Maximino Tejada y Ernestina Eguía; contrajo matrimonio con Clementa Ruiz y formaron una familia integrada por, María Ambrosia, Pepea, (Josefa), Juan y Toribio Tejada Ruiz…

La vida de éste futuro revolucionario, transcurría tranquilamente en un ambiente familiar, y para su condición social era uno de los pocos bustamantenses que sabía leer y escribir, en esa época donde el porfirismo sentaba sus verdaderos reales y podemos describirlo de la siguiente manera.

De 1900 a 1910 existía en la villa de Bustamante, "el escuadrón de voluntarios porfiristas", bajo las órdenes de Eustaquio Pardo e integrado por: Fructuoso Alemán, Juan Manuel Alemán, Victoriano Alemán, Juan Hernández, Jacobo Sánchez, (nativo del Caracol), entre otros del mismo municipio. Vestían blusas blancas, sombrero grande en color azul, carabina 30-30, carrilleras terciadas y buenos caballos, de tal modo que se imponían en su paso por las calles y caminos reales. También les llamaban "los charros".

Ellos eran los encargados del orden público, siempre a favor del sistema y represivos para los oprimidos, de tal manera que a fines del primer lustro de nuestro siglo, ya estaban cansados los ciudadanos de las anomalías cometidas por los malos hacendados, hombres que tenían el poder, capaces de atropellar a los ciudadanos comunes y arrebatarles sus pocos bienes, por deudas impagables.

Para el año de 1907, encontramos a Donato Tejada Eguía, como trabajador en el rancho denominado "Santa Lucía", Jurisdicción de Bustamante, propiedad que colindaba con el municipio de Muquihuana hacia el Norte y Santa Efigenia, en la parte del Este, hacienda cuyo propietario fue don Gregorio Navarro. Entre estas dos propiedades existía el camino real de herradura que comunicaba a las dos villas de ambos municipios. Por este camino se trasladaría posteriormente el profesor Alberto Carrera Torres para impartir sus conocimientos en la villa de Miquihuana y seguramente en estos recorridos se conocieron Donato y el profesor.

Un año más tarde, Donato Tejada Eguía, ya pertenecía al grupo de las guardias de rurales municipales y fue entonces que en los primeros días del año de 1909, lo comisionaron para que trasladara hasta la ciudad de Tula, Tamaulipas al reo Fernando Martínez, pero el citado hombre que por supuesto estaba fuera de la ley, le solicitó permiso para visitar a un distinguido ciudadano llamado Juan N. Ruiz, quien vivía en una casona grande llamada "El Pabellón Mexicano", ( todavía en pie en estos tiempos). Fue así como aquel delincuente se dirigió al portón de la entrada, se pasó de frente hasta el fondo del solar que sigue siendo muy grande, brincó la cerca de piedra y se perdió en el arroyo público, mientras Donato, seguía esperando que regresara, pero su voto de confianza se vio pisoteado y al darse cuenta las autoridades le hicieron pagar su irresponsabilidad con cárcel y ahora fue Donato a quien trasladaron a ciudad Tula, para que respondiera por Fernando Martínez.

Donato Tejada Eguía, quien tenía poco tiempo de rural, ahora era trasladado de Bustamante a Tula, amarrado de manos hacia tras, a pie, para que pagara su error de amistad o convenido, solamente el supo la realidad. Su esposa le mandó el caballo ensillado a la salida del pueblo, con su hijo Toribio, para que lo montara y no se fuera caminando, pero los rurales no aceptaron y así lo trasladaron hasta su destino. Pagó con un año de cárcel y en ese tiempo lo defendió el profesor Alberto Carrera Torres, conocido también, como el "Defensor de los pobres".

Una vez cumplida la sentencia, Donato Tejada Eguía, regresó a Bustamante y se dedicó a trabajar la tierra, pero atento a los movimientos que realizaba el profesor Carrera Torres, pues seguramente, ya sabía que las cosas en el país no marchaban del todo bien para el gobierno. Sin desconocer que los malos hacendados seguían explotando a sus hermanos de clase pobre, por ello, no tardó mucho en incorporarse de lleno a las filas revolucionarias del hombre que lo defendió cuando estuvo en la cárcel de ciudad Tula, Tamaulipas y que su hijo don Toribio Tejada Ruiz, nos comenta detalladamente el momento en que se incorpora su padre a la Revolución Mexicana, iniciada en Bustamante por el profesor Alberto Carrera Torres.

"Mi padre regresó a Bustamante y se dedicó a sus trabajos de labor. Cuando se levantó en armas el profesor Alberto Carrera Torres, andábamos sembrando la tierra conocida como "El Cardonal" de la Hacienda El Gavilán. La araba de donde se mete el sol a donde sale y don Guillermo Becerra lo hacía en forma contraria; al encontrarse los dos labriegos se pararon a platicar: - Dijo don Guillermo – "¿Qué pasará con ese gentío que va hay por el camino real y que lleva bandera?". - Respondió mi papá.- ¡Es el profesor Carrera y me voy con él! Respondió don Guillermo: -No te vayas, andamos sembrando. Contestó mi papá Donato.- Guillermo: Te pido de favor que me sueltes a los animales, los des libres al monte y mis trastes de labranza los lleves a la casa.

Enseguida me ordenó: Sembrador, tráigame el caballo. Fui y se lo traje, después lo ensilló, me echó en ancas y empezó a galopar, para unirnos al montón de revolucionarios que seguía al profesor Carrera Torres y le fuimos a dar alcance en la plaza de Bustamante. Ahí se encontraba la gente del profesor dando la vuelta a la plaza a pie; seguramente enfriando los caballos y estirando cada quién a su cuaco. Mi papá llegó y amarró el caballo en un árbol que estaba en la esquina de la plaza de armas, caminó hacia la banqueta de la presidencia y se presentó con el profesor Carrera que se encontraba parado en la puerta de la Presidencia Municipal; le colocó la mano izquierda sobre el hombro derecho del maestro y le dijo:

"Mi general… ¿Qué pasó Tejada? -Estoy a sus órdenes... Dijo el profesor....Lo veo desprevenido. ¿Dónde está el caballo? -Pues hay está amarrado. ¡Así me gusta Tejada! Contestó mi padre.... Nomás me da permiso de ir a mi casa, ahorita vengo... ¡Pues vaya pronto porque nos vamos!".

Fue y regresó rápidamente, se montó en su caballo y se metió entre la bola de carreristas, saliendo ésta hacia Miquihuana por el camino del Cerro de la Cruz, entre noviembre o diciembre de 1910; ese mismo día se fueron: Catarino Rodríguez, Flumencio Rivas, Luterio Pineda, Lucino Reyna Hernández, Baldomero Hernández, Baldomero Reyna y otros.

Después, Donato Tejada Eguía, obtuvo el grado de mayor, pues combatió con valentía al mando del general Alberto Carrera Torres y su grado así lo reconocían sus compañeros de armas posteriormente. Fue fiel a la causa revolucionaria, participó en 16 combates de armas para cuando acompañó al general Carrera Torres a Yucatán y Campeche, escoltando al coronel Joaquín Mucel Acereto y el mayor Eleuterio Ávila, para instalarlos como gobernadores preconstitucionalistas en ambos estados. Estuvo en Puerto México (agosto de 1914), Veracruz; (hasta 1936) ahora Coatzacoalcos. De donde envió una fotografía a su esposa y que describe su hijo don Toribio Tejada Ruiz de la siguiente manera:

"Mi padre estaba fotografiado, en un caballo colorado patas blancas, vestido de revolucionario, con sombrero grande, con carrilleras, arma atravesada en el fuste al frente y reata con vuelta grande hasta las rodillas del caballo".

Efectivamente, el general Alberto Carrera Torres y sus tropas escoltaron entre los últimos días de agosto y el mes de septiembre de 1914 a los revolucionarios Joaquín Mucel Acereto y Eleuterio Ávila, para instalarlos como gobernadores y jefes militares. Pues se embarcó en Coatzacoalcos en el vapor conocido como "Tehuantepec", rumbo a Progreso, pasó por Mérida y en la noche del 9 de septiembre asumió el gobierno de Campeche el coronel Joaquín Mucel Acereto, en un acto puramente castrense, atestiguado por los tenientes coroneles Eustaquio C. Carrera y Pedro Rosales y el general Alberto Carrera Torres lo declaró gobernador preconstitucional. En esa misión otorgada por Venustriano Carranza al general Carrera Torres, andaba nuestro mayor Donato Tejada Eguía, no me cabe la menor duda,

Al regresar el general Alberto Carrera Torres de su compromiso por el Istmo de Tehuantepec, se reincorporó a sus actividades revolucionarias y Donato le siguió siendo fiel hasta que el general Carrera decidió entregarse pacíficamente, fue entonces cuando Donato regresó a su pueblo, donde murió el 6 de junio de 1917 a manos de unos bandoleros exrevolucionarios, encabezados por un personaje cuyo nombre era Ángel Capetillo.

Esta gavilla de bandoleros, iba pasando por la calle Bravo de la villa de Mineral de Bustamante, ubicada hacia el sol sale respecto a la plaza principal y al llegar al cruce de las calles Bravo y Allende, a unos cuantos metros rumbo al poniente, vivía mi papá Donato Tejada Eguía, aquel valiente revolucionario de las fuerzas del general Carrera Torres. Cuando por casualidad vio pasar a los bandidos, sin tener pleito con ellos, les hizo fuego él solo, pues sin dar cuenta a nadie, tomó su máuser, se pertrechó en la barda de la finca llamada el "Pabellón Mexicano", le abrió fuego a los revoltosos, pidió todo su parque a su esposa y yo su hijo (Toribio) se lo hacía llegar, pero era un solo hombre contra muchos, estos se vinieron encima de su persona, pero el estaba sobre la barda, se pasaron derecho y regresaron, para entonces mi padre ya herido se encontraba a media calle haciéndoles fuego, fue entones que le pasaron con los caballos sobre su cuerpo y lo mataron. No contentos, alguien que lo conocía muy bien dijo: ¡Es Donato Tejada y de este no hay que dejar ni cría! De tal forma que cumplieron con sus palabras y volvió a decir don Toribio. Después de matarlo, lo caparon y le pusieron sus partes nobles en la boca y se marcharon, no sin antes gritar, si hay hijos, salgan para matarlos, porque de ésta cría no debemos dejar ninguno. Don Toribio su hijo, siendo un niño todavía, escuchaba en un escondite y me comentó: ¡Yo estaba escondido, con mi madrastra y los dos estábamos quietos que hasta no queríamos resollar, para no ser descubiertos por aquellos hombres que mataron a mi padre y después de un largo rato, tal vez horas, cuando todo estaba tranquilo, lo acercamos a la pared del cuarto de mi tío Juan y allí lo recargamos, después de unos días rayamos una cruz en la pared que todavía existe.

De esta manera, don Toribio, nos ha hecho llegar la historia revolucionaria de un soldado fiel a la Revolución Mexicana, quien estuvo al mando del profesor y general Alberto Carrera Torres y que para terminar la entrevista me dijo:

En 1915, existía en Bustamante el regimiento de Morelos, con un sombrero grande y en la copa una franja colorada que decía: "Regimiento Morelos". Y por ello digo que el municipio de Bustamante aportó gran parte de los revolucionarios que estaban bajo las órdenes del profesor y general Carrera, como lo fueron:

Bernabé y Juan Rodríguez Gatica, (hermanos) Germán Zúñiga, Aniceto Zúñiga, Lucio Pérez, Francisco Medina, Tiburcio Padilla, Nieves López, Othón Castillo Álvarez y sus hijos Malaquías y Othón Castillo Badillo, Wilfrano Torres, Cipriano Torres, (hijo del primero) Porfirio Hernández, Albino Hernández, Hermilo Trejo, Rafael Pérez, Vidal Castillo, Luterio Silva, Julio Hernández, Pedro Trejo Hernández, Tiburcio Sustaita (profesor del Gavilán con grado de coronel), Leonides Pérez, (de Miquihuana) Guadalupe Castro y Rómulo Eguía (de Jaumave).



Doña María Seberina Tejada y Hernández

1898 – 1997

En la Revolución Mexicana, las mujeres jugaron un papel muy importante a la par de los soldados opositores al gobierno y lo mismo las que defendían los derechos de sus padres que habían recaudado una gran riqueza a costa de la explotación del hombre del pueblo. Por tal razón, no debemos olvidar a todas aquellas que en forma callada aportaron lo mejor de sus vidas, para que se consolidara el cambio social que ahora vivimos y como un homenaje a todas ellas expongo en forma breve la vida de una soldadera de origen humilde, entregada en su juventud a las causas revolucionarias desde la serranía de Mineral de Bustamante, Tamaulipas.

María Seberina Tejada y Hernández, nació el 11 de febrero de 1898, a las 12 y media horas del día, siendo testigos de su nacimiento las señoras: Francisca y Leonarda Hernández y Faustina Castillo, hija natural del señor Avelino Tejada y de Natividad Hernández. Fue presentada ante el "Juez del Estado Civil" de la villa de Bustamante de Tamaulipas, el 5 de abril del mismo año, pagando la señora Natividad Hernández $0.50 centavos por el acta de nacimiento, siendo representante del civil el señor Teodoro C. Álvarez.

Una década anterior, había nacido el niño Alberto Carrera Torres, (23 de abril de 1887) en el rancho Atarjeas del mismo municipio, quien se levantó en armas en 1910 cuando contaba con 23 años de edad, pero con una inteligencia clara sobre el movimiento social de México, Seberina Tejada y Hernández apenas tenía 12 años y 9 meses de edad, los antiporfiristas de mi pueblo habían encendido la mecha revolucionaria apoyando francamente a su hermano de raza "Alberto Carrera Torres", un maestro rural educado en ciudad Tula, bajo los cuidados de su maestro Manuel Villasana Ortiz.

Seberina Tejada y Hernández, era una niña que pasaba sin saberlo, a la edad de la adolescencia, en esa época de la vida que todo se graba rápidamente. Ella vio desde los escondites naturales a donde los llevaban sus padres a todos sus hijos de corta edad en los tiempos difíciles de la Revolución mexicana extendida en todos los rincones de México. Pues la llegada de los revolucionarios y de los federales era un verdadero calvario para las mujeres y ciudadanía pacífica, los primeros respetaban la población cuando pertenecían a las fuerzas del profesor Carrera Torres, no así cuando eran porfiristas. Seberina sobrevivió a los primeros embates de la Revolución hasta que dejó el poder Porfirio Díaz Mori, claro sin darse cuenta de la realidad de la lucha armada, como me lo dijera en varias ocasiones. Cuando estaba lúcida totalmente, recuerdo con mucho aprecio una de sus pláticas: "Mira Leoncillo, en la revolución, nosotros nos escondíamos en los arroyos, en las cuevas y en lo alto de los cerros para que no nos encontraran los soldados de uno y otro bando, (federales y revolucionarios) desde allí le echábamos gordas a mi general Carrera, para toda su gente, una vez estaban en el cerro del ojo de agua de la "mina" y otra vez le mandamos tortillas a la sierra de Victoria".

Para constatar los datos de doña Seberina, realicé entrevistas con varias personas de edad, como don Francisco Reyna Rodríguez, Julio Reyna Hernández, Cipriano Torres Cimentales, Emiliana Alvarado, Pedro Trejo Hernández, J. Luz Ríos Reyna, Martín Correa Pérez, Artemio Hernández Romo, Fructuoso Rodríguez Torres, Gonzalo Hernández, algunos otros del pueblo y sus alrededores quienes platicaban lo mismo sobre la revolución, ratificando así los relatos históricos de doña Seberina, quien por algunos años fue compañera de un revolucionario.

En 1913, el 4 de junio para ser exacto, Crescencio Pérez Silva, se dio de alta como soldado de la revolución bajo las órdenes de Pomposo Vargas Verdines y este a su vez pertenecía a las fuerzas de la "Brigada Carrera Torres" del Ejército Constitucionalista, dependiendo de la "División Gustavo A. Madero". Crescencio Pérez Silva, logró el grado de mayor, por su valentía al combatir a las tropas huertitas en el área de: Palmillas, Tula, Cerritos, S.L.P., ciudad de San Luis Potosí, S.L.P., en la toma de la plaza de Guanajuato, Gto., León, Gto. y otros lugares menores. Este militar hecho en la revolución, regresó al área de Miquihuana y Bustamante, después de vencer a los enemigos, convirtiéndose en uno de tantos revolucionarios importantes y por supuesto que la joven Seberina, estaba en la flor de la juventud, motivo principal para que la raptara Crescencio, enseñándola más tarde a manejar las armas, portando con orgullo la carrillera y la carabina 30-30 por un tiempo, pero el destino le tenían deparada otra historia.

Al concluir la Revolución contrajo matrimonio con Julián Vargas Gámez originario este de la ex hacienda de Las Antonias, con él formó una numerosa familia, integrada por: Lucino, Ma. Leónides, Félix, Antonio, Jorge, Demetrio, Adolfo, Julia y Ascensión Vargas Tejada. Este matrimonio vivió gran parte de su vida en un pequeño rancho denominado "Santa Rosalía" de su propiedad, todavía en poder de sus hijos, donde realizaban grandes danzas de la región para venerar a la "Santa Cruz". Posteriormente se cambiaron a la villa de Mineral de Bustamante y es aquí donde doña Seberina pasó los últimos días después de la muerte de su esposo, al cuidado de su hija Julia y los hermanos que nunca la abandonaron, platicando de las vivencias revolucionarias durante su niñez y juventud.

Durante la administración del presidente municipal Juan Verber Nava, (1993 – 1995) y siendo gobernador del Estado de Tamaulipas, el licenciado Manuel Cavazos Lerma, se le otorgó una pensión económica de carácter vitalicio, algo modesta para que la disfrutara hasta que Dios dijera (tarde pero llegó) y para terminar con la historia que vivió doña Seberina durante la Revolución Mexicana en Mineral de Bustamante, alcanzó a inaugurar con el gobernador Cabazos Lerma, la carretera Capulín - Bustamante, el 5 de Febrero de 1995.

Doña Seberina Tejada y Hernández, dejó de existir el 17 de Mayo de 1997 a la edad de 99 años 3 meses y 6 días, en la villa de Bustamante, sus restos descansan en el panteón municipal del lugar, no sin antes legarnos una parte de la historia de los acontecimientos revolucionarios, que tal ves tengan parecido con muchos mas en toda nuestra geografía nacional.




Prof. Othón Castillo Badillo
1899 – 1957

El 9 de abril de 1899, nació en la villa de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, el niño Othón Castillo Badillo. Sus padres fueron: Othòn Castillo Álvarez y Paula Badillo. Don Othón del mismo lugar y doña Paula del municipio cercano llamado Palmillas.

Los padres del señor Othón Castillo Álvarez, se llamaron Andrés Castillo Zapata, de raíces pertenecientes a los fundadores del Real de los Infantes y Policarpia Álvarez, originaria de Mier y Noriega, Nuevo León.

El profesor Othón Castillo Badillo contrajo matrimonio con Francisca Hernández, hija del señor Sixto Hernández, originario de Mineral de Bustamante, Tamaulipas y procrearon seis hijos: Obdulia, Coinda, Ofelia, Othón y dos más, de acuerdo a los datos proporcionados por el señor Isaías Hernández Hernández familiar cercano.

No podemos decir mucho de la niñez de Othón Castillo Badillo, porque para 1910 contaba con 11 años de edad y en el mes de mayo la "Revolución Mexicana" había iniciado las actividades de lucha armada. Lo que si puedo afirmar, es que el adolescente Castillo Badillo, conoció de cerca al profesor Carrera Torres y cuando se levantó en armas en contra de los hacendados de la región y la dictadura de Porfirio Díaz Mori, su padre Othón Castillo Álvarez, se fue a la Revolución con Carrera Torres y se llevó a sus hijos Malaquías y Othón, en mayo de 1910.

Othón Castillo Badillo abrazó la Revolución a muy corta edad, como lo hicieron bastantes mexicanos en todo el país, de tal manera que cargó la carabina 30-30 y lo mismo pasó con su hermano Malaquías y su padre Othón. Su hermano Teodoro Castillo Badillo, me hizo llegar un documento donde especificaba que obtuvo el grado de teniente en las contiendas revolucionarias al mando del profesor Alberto Carrera Torres, aclarando que siempre fue fiel a la causa revolucionaria y que cumplió con la primera etapa de mayo de 1910 al 22 de noviembre de 1913, fecha en que se retiró.

Al dejar la lucha armada, inicia otras inquietudes, de 1914 a 1916, permaneció en Mineral de Bustamante, Tamaulipas; fueron los años en que la "Revolución Mexicana", inició la lucha interna por controlar el poder. Tal vez nuestro joven revolucionario observó detenidamente el panorama que le esperaba si volvía a tomar las armas y decidió prepararse para la vida. Fue así como el año de 1917 se hizo llegar a la ciudad de Tampico, Tamaulipas, donde realizó estudios en una escuela para adultos y a la vez trabajaba para sostenérselos, después de unos años obtiene su certificado de estudios y regresa a Mineral de Bustamante el año de 1921.

Durante el mes de septiembre del mismo año inicia actividades educativas en la escuela de varones de la villa de Mineral de Bustamante, donde prestó sus servicios hasta septiembre de 1925. Así lo demuestra una relación de alumnos con esa fecha integrada por: Francisco Rivas, Hipólito Reyna, Ángel Hernández, Francisco Pérez, Evaristo Silva, Tomás López, Manuel Castillo, Blas y Valente Rodríguez, Ángel Quintero, Juan Verber Álvarez, Aquilino Mendoza, Felipe Pérez, Florentino Correa, Ángel Becerra, Pedro Correa, Odón Trejo Nava, Lusiano Pérez, Severo Silva, J. José Villanueva, Telésforo Villasana y Rodolfo Castillo y al final firma el director de la Escuela, Othón Castillo B. y presidente de Educación Patricio Castillo.

Para el 4 de noviembre del mismo año, lo encontramos como maestro de la escuela primaria del Caracol de Báez, municipio de Bustamante, según documento fechado el 16 de noviembre de 1925, que a la letra dice: "Al C. Presidente Municipal de Bustamante. Tengo el honor de referirme a su atento oficio No. 171 de fecha 4 de marzo del presente mes, en el que me dice que el maestro del Caracol de Báez, Sr. Othon Castillo, no cumple con su misión de maestro por dedicarse a propagandas de asuntos políticos, para manifestarle que me disgusta mucho que los señores políticos comprometan así a los maestros incautos. El Sr. Zamudio al pasar por aquí vino para disculpar al dicho maestro, pero este hasta hoy no me ha comunicado nada de sus faltas de asistencia a la escuela. Ya su oficio de usted lo transcribí a la Dirección General y por este mismo correo escribo al señor Castillo, llamándole la atención a sus deberes.

Pronto nos veremos por esos lugares. Aprovecho esta oportunidad para reiterar a usted mis respetos mas cumplidos. Jaumave a 16 de Noviembre de 1925. El Inspector Escolar. De la Cuarta Región. Genaro G. Ruiz".

En 1940 es solicitado nuevamente para impartir clases en la Villa de Bustamante, Tamaulipas. Pero fue seguidor del grupo político que postulaba a presidente de la República a Juan Andréu Almazán en los primeros meses de 1940, Siendo el presidente del comité político en el municipio de Mineral de Bustamante y el 7 de julio del mismo año, gana las elecciones Manuel Ávila Camacho, entre tiroteos y descontentos. La suerte del profesor Othón Castillo Badillo cambió radicalmente, pues le levantaron el falso de que tenía en su poder cinco toneladas de dinamita, las cuales se utilizarían en la carretera de "Las Pozas", pero que les daría uso en el movimiento nacional.

Como fue amenazado por las autoridades en el poder, se trasladó al vecino poblado de Mier y Noriega, N.L. En ese estado lo nombraron director de la Escuela Primaria de la ex hacienda "La Cardona" del mismo municipio en septiembre de 1940. Ese mismo año se desarrolló una fiebre tifoidea en la región y como tenía conocimientos generales de medicina atendió a varios enfermos en los ejidos aledaños tales como:" La Cardoncita", el "Llano y Anexas", de Bustamante y "La Cardona", Nuevo, León y el "Llano de Miquihuana" y otros lugares cercanos, terminando por adquirir la enfermedad que mas tarde sería la causa de su muerte, documentada el 5 de febrero de 1957. Sus restos descansan en el panteón municipal de Mier y Noriega, Nuevo León.

El profesor Othón Castillo Badillo, forjó alumnos que con el tiempo destacarían a nivel municipal, estatal y nacional. Como el Mayor Abdón Trejo Nava, quien siempre afirmö que fue un gran educador y en su honor, cuando tuvo las posibilidades gestionó la Biblioteca Pública, "Othón Castillo Badillo" en la villa de Mineral de Bustamante, inaugurada el 15 de mayo del año 1961
y la dotó de un considerable lote de libros.

En 1990, los profesionistas de Mineral de Bustamante, encabezados por José Guadalupe Serna Trejo, Rogelio Trejo Álvarez, J. Santos Rodríguez Ríos, María del Rosario Hernández Bustos, José Miguel Castro Castillo y J. León Rodríguez Zúñiga, ya como profesionistas, integraron la Asociación Civil, "Profesor Othón Castillo Badillo", bajo el lema: "Por el desarrollo Integral del Municipio de Bustamante", con 20 socios y una duración de 99 años.

Los datos históricos de nuestros personajes Revolucionarios, son el resultado de varios documentos consultados a través de los años por el cronista municipal y el apoyo de; J. Santos Rodríguez Ríos, Rogelio Trejo Álvarez, Juvencio Ríos Macías y Martín González Tejada, espero que donde quiera que se encuentren continúen por el camino del éxito. Por lo tanto, la presente aportación a la cultura de nuestro pueblo y a la Historia Mexicana, en el marco de los festejos del "Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana", sean de provecho para la sociedad.

RESUMEN

Desde que el hombre apareció en la faz de la tierra, poco a poco y a través de los siglos ha dejado huella por donde ha existido, no importa el continente, país, estado, municipio, pueblo, comunidad y hasta en las cuevas donde se defendió de las inclemencias de la naturaleza.

En los lugares que utilizó para vivir, progresar, desarrollarse y morir, precisamente el punto principal para encontrar vestigios de cada una de las etapas de su presencia. Los miles de años que nos demuestran la paulatina aparición del ser humano con el propósito de vivir mejor pasando por distintos fenómenos sociales extremosos y de carácter interno.

Nosotros los mexicanos somos el resultado de los diferentes movimientos socioculturales. Si bien es cierto que nuestros antepasados son los aztecas dominados por los españoles y en esa mezcla surge el mestizaje que unido al criollo dio origen a la Independencia de México y 100 años mas tarde la fusión de todos los nacionales, da como resultado al ver la injusticia y, otras desigualdades sociales, a una "Revolución Mexicana".

Es en 1910, cuando todo un pueblo se levanta en armas, en contra de Porfirio Díaz, sus amigos terratenientes dueños de todo y entre ellos también los hacendados de bajo rango, pero al fin explotadores de la mano de obra de las diferentes razas y cleros. En los municipios pequeños o pueblos, donde empezaron a organizarse los rancheros, clases medias, peonadas y afines, quienes estaban convencidos de luchar para terminar con los grandes abusos de los poderosos.

En Tamaulipas, la Revolución Mexicana", nace en el IV Distrito encabezada por el profesor rural nacido en Bustamante, llamado Alberto Carrera Torres, quien a sus 22 años de edad, decidió entregar su vida al movimiento social, pues tenia razones suficientes para hacerlo, las ideas que le asistían eran radicales para muchos revolucionarios, pero fueron una realidad ayer y ahora. Al pedir el reparto de los bienes de los grandes terratenientes, hacendados y capitales extranjeros, se gano el repudio de propios y extraños.

Sin embargo su propuesta sigue siendo vigente en cuanto a justicia social, aunque se desenvolvió en un mundo social humilde, fue rodeado de grandes revolucionarios que lucharon para que las nuevas generaciones gozáramos de una vida mejor; es el caso de los personajes de la Revolución Mexicana, nacidos en mi pueblo, Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México, mismos que he dado a conocer anteriormente, cuyos nombres merecen al igual que muchos mexicanos, figurar en las grandes hazañas municipales, estatales o nacionales.

Donato Tejada Eguía, logró el grado de Mayor en las contiendas de armas, en busca de mejores oportunidades para sus hermanos sin importar los nombres. Doña Seberina Tejada y Hernández, preparó el maíz, la masa y hechò las tortillas para muchos soldados revolucionarios desde los escondites de la sierra y seguramente mitigó el apetito de la tropa mientras Othón Castillo Badillo, al igual que muchos soldados de la "Revolución Mexicana, siendo niños y hombres o mejor dicho "hombres niños", quienes vencieron todos los temores, para darle a México, la libertad que se había perdido, entre la codicia, ambición, explotación, rapiña e ingratitud de los extranjeros y mexicanos poderosos.

Por estas circunstancias nacionales, que agobiaban al mexicano del porfiriato, nuestros diferentes personajes, seguro estoy que pelearon con el corazón en la mano; en honor y gratitud para su memoria en forma permanente.

Espero que la presente aportación a la Crónica Nacional, ilustre el motivo original del gran esfuerzo realizado por todos los mexicanos que tomaron las armas y caminaron o cabalgaron con su propia verdad en busca de la ansiada libertad en los distintos pueblos mexicanos.

Profesor J. León Rodríguez Zúñiga

Cronista de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, México

Saltillo Coahuila, 15 de Julio del 2009

Bibliografía:

Ramo Civil, "Archivo Municipal" de Bustamante, Tamaulipas 1888.

Archivo del "Registro Civil del Estado Archivo General del Estado de Tamaulipas, Juzgado del Estado Civil Hojas 35 y 36 del Libro de 1899.

Díaz Rodríguez Juan. Miquihuana 1849-1870: Antología Documental, Ciudad Victoria, Tam., Universidad Autónoma de Tamaulipas, Instituto de Investigaciones Históricas, 1999. ________________, Profr. y Gral. Alberto Carrera Torres, Ciudad Victoria, Tam., Gobierno del Estado de Tamaulipas, Secretaría de Desarrollo Social, Dirección General de Educación (Serie Maestros Ilustres de Tamaulipas, 1.

1887 "Centenario de su Natalicio 1987", Profr. y Gral. Alberto Carrera Torres, 1887 Ciudad Victoria, Tam., Gobierno de Estado, 1987.

Testimonios de:

1.- Castillo Badillo, Teodoro

2.- Reyna Rodríguez, Francisco

3.-Rodríguez Torres, Fructuoso

4.-Tejada y Hernández, Seberina

5.- Tejada Ruiz, Toribio

Internet

Andrew Almazán, Juan, http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Andrew_Almaz%C3%A1n

Ávila Camacho Manuel. http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_

Rodríguez Zúñiga, J. León: http://jleonrzbustamante.blogspot.com/

A FUEGO LENTO III Por. J. León Rodríguez Zúñiga Cronista Municipal Correo electrónico: J.LEONRZ@hotmail.com.